No sé ustedes, pero yo desde siempre he escuchado a muchísimas personas decir que un vaso de agua con limón por las mañana es perfecto para bajar de peso, algunos lo recomiendan con agua tibia u otras plantas medicinales e incluso acompañarlo con miel, puede ser que tu ya lo hayas intentado hacer.
Ahora con la llegada del internet y el acceso a un mundo de información que está disponible solo a unos cuantos clics, creencias como esta son muy abundantes en la web, no importa en dónde busques, solo basta googlearlo y encontrarás miles de artículos y vídeos que aseguran que un vaso de agua con limón te ayudará a eliminar grasa, desintoxicar el cuerpo y muchísimas cosas más que hacen ver al agua con limón como un producto milagro.
Ante toda esta montaña de información me pregunté: ¿Qué tan cierto podría ser esto? Así que me dí a la tarea de realizar una investigación en busca de trabajos científicos que pudieran resolver la pregunta de si en verdad un jugo de limón podría ser beneficioso o no para adelgazar.
La sorpresa con la que me encontré es que en verdad si existen una cantidad importante de literatura científica que corroboran los beneficios de tomar agua con limón.
De forma resumida, estas investigaciones resaltan beneficios como:
- Reducción de grasa corporal
- Reducción a la resistencia a la insulina
- Reducción de inflamación general (Por obesidad, reduciendo moléculas proinflamatorias)
- Menos probabilidades de enfermedades cardiovasculares
- Reducción en los niveles de grasa y triglicéridos
LAS CALORÍAS, AHÍ ESTA EL SECRETO
A pesar de que hay muchos estudios, como los que mencioné, que asocian el tomar agua con limón con pérdida de peso y una mejora en la salud en general, realmente lo que genera esos beneficios no son compuestos milagrosos que tiene el limón o procesos bioquímicos difíciles de entender sino más bien algo mucho más sencillo: Las calorías. Sí, a diferencia de otras bebidas como refrescos-gaseosas, el jugo de limón aporta muy pocas calorías, esto al final te ayudará a perder peso más fácilmente.
Entonces, parece correcto concluir que las personas que participaron en estas investigaciones y que reportaron haber perdido peso no fue directamente el agua de limón sino las bajas calorías que contiene esta bebida. Por lo cual, probablemente un simple vaso de agua podría tener los mismos beneficios que un vaso con agua de limón.
Además hay que agregar que en los ensayos mencionados muchas personas también estaban ayunando o estaban bajo un régimen alimenticio controlado, por lo que es más factible pensar que la pérdida de peso que se presentó fue al final por un bajo consumo de calorías provocadas por esas dietas.
¿Y LOS ANTIOXIDANTES?
Ahora, otro punto que muchos defensores del agua con limón – jugo de limón mencionan es que contiene muchos antioxidantes que pueden mejorar nuestro metabolismo y así a largo plazo controlar nuestro peso.
De hecho si existen otras tantas investigaciones que sugieren que los antioxidante del limón pueden ser auxiliares para mejorar nuestro metabolismo, aunque esto es un problema porque estos compuestos están en una cantidad muy baja, por lo que si quisieras aprovecharlos tendrías que beber cantidades muy altas de agua con limón lo que ocasionaría un efecto negativo, un efecto contraproducente.
ENTONCES, ¿NO DEBO BEBER AGUA CON LIMÓN?
Con todo lo dicho no estoy desalentándote para que no bebas jugo de limón, al contrario, de hecho es una estrategia inteligente sustituir bebidas altas en calorías y en su lugar cambiarlas por bebidas como agua con limón, claro con moderación. Además el jugo de limón es una fuente barata y de fácil acceso de Vitamina C, la cual tiene muchísimos beneficios ampliamente conocidos y que probablemente en otra ocasión hable a más detalle.
Como un último consejo te recomiendo que sería muy conveniente que si te has decidido a bajar de peso lo primero que debes hacer es identificar cual es el origen del problema: depresión, endocrino, poca actividad física o quizás un exceso de calorías en tu dieta, debes conocer el origen del problema antes de atacarlo. Recuerda que no hay caminos fáciles y que todo producto, suplemento o dieta que parezca ser demasiado bueno es porque probablemente no lo sea.