Un estudio anterior, del 2011, encontró que la pérdida de peso de forma intencional pudo reducir los niveles de algunos factores de riesgo relacionados al cáncer. Sin embargo, esta investigación no fue capaz de concluir si a largo plazo estos cambios tenían relevancia. Pero ahora, un nuevo estudio encontró que una intervención intensiva del estilo de vida dirigida a perder peso, pudo reducir el riesgo de cáncer asociado a la obesidad y a la diabetes tipo 2.
Nueva evidencia
En esta investigación, publicada en la revista en línea Obesity, se incluyó información de casi 5 mil personas con problemas de sobrepeso. El objetivo fue reducir 7 por ciento el peso de los participantes a través de una reducción de ingesta calórica y mayor cantidad de actividad física (175 minutos por semana).
Después de 11 años, tiempo que duró el estudio, los investigadores notaron que aquellos participantes que habían cambiado su estilo de vida con el objetivo de perder peso pudieron reducir un 16% la incidencia de cáncer relacionado con la obesidad y la diabetes tipo 2.
Los encargados de llevar a cabo esta investigación mencionan que se debe dar asesoramiento a las personas para que cuiden su peso. Además, se debe establecer un entorno de más fácil acceso a comida saludable y a actividades físicas para prevenir la obesidad y el cáncer. Los investigadores ahora quieren saber si la reducción en el riesgo de sufrir cáncer es proporcional a la pérdida de peso. Por lo cual, futuros estudios tratarán de encontrar esta y más respuestas.